martes, noviembre 28, 2006

Maestro Andrés junto al cazarecords

En los pasados días, El Club de Motocicletas Clásicas y Antiguas de Gran Canaria le brindaba un cariñoso homenaje a D. Andrés Verona, por ser el motorista más antiguo de Gran Canaria en activo. El compañero Pepe Morales le dedicó unos párrafos que describen perfectamente a nuestro amigo Andrés.
HOMENAJE ANDRÉS VERONA
“UN MOTORISTA DE LEYENDA”
“Hace unos pocos años, treinta mas o menos, estaba intentando localizar unos repuestos, que no los conseguía por ningún sitio.
Me dijeron que el único que podría disponer de ellos era un señor que tenía un pequeño auto bazar en Schamann, casi en las afueras de Ciudad Alta.
La zona, cuando me acerqué, me pareció algo insegura, había unos individuos, no apoyados en los coches sino sentados en el capot, fumando quien sabe qué, y de aspecto poco tranquilizador. En frente del auto bazar había un inmaculado Ford Taunus, blanco, sin ningún individuo sentado encima.
Aparqué mi moto, le dediqué una última mirada, como despidiéndome de ella, y seguido por varios pares de ojos, entré en el pequeño muy local.
Allí, de manera educada me saludó un señor, que en adelante llamaré Don Andrés, que parecía provenir de otra época.
Atento y solícito, sobra decir que me consiguió aquellas piezas descatalogadas y ante mi desconfiada vigilancia al exterior y a mi moto, me tranquilizó diciendo que no me preocupara, que los de allí eran buena gente, y que nunca se habían inmiscuido ni con él ni con sus clientes, como efectivamente comprobaría a lo largo de años sucesivos. Todavía no se como lo logró. Ni la Policía Municipal de la época entraba en la calle Agustina de Aragón.
Otro misterio inexplicable es como Don Andrés conseguía aparcamiento, tanto delante del auto bazar, como de su casa, en la calle Alemán Pérez, cuando todos los vecinos de Vegueta daban múltiples vueltas y terminaban estacionando en San José o más lejos... ¡un misterio! Que nos lo explique algún día.
Don Andrés siempre tuvo coches a su disposición, su habilidad con las motos ya le venía dada por antecedentes familiares, pero en sus desplazamientos, por ejemplo, a Telde, a ver a cierta persona, aún en días lluviosos teniendo el fotingo y la moto a la puerta ¿qué medio de transporte utilizaría el bueno de Don Andrés?.
El que acierte está invitado a la cena de esta noche. Y, con la moto, pues ella era a escogida, anduvo muchos años.
Una característica común a casi todas, y por ende, a sus motores, era, digamos, una generosa lubricación en el combustible. El consumo de gasolina debería estar más o menos igualado con el de aceite monogrado, pizco más o menos, eso de los porcentajes, de 1/4, 1/8 no se hicieron para nuestro amigo, su lema: seamos generosos con Cepsa, la refinería nacional.
En las salidas de motos clásicas, de manera disimulada, los espabilados, o sea, casi todos nosotros, nos vamos adelantando unos minutos, y alguno, en esto nos vamos turnando, le damos conversación a Don Andrés para que salga el último, por ejemplo, preguntándole si la Mayco Móbil era superior a la BSA Bantax, o si le había disgustado la eliminación en el mundial de los motores de dos tiempos. En fin, cuestiones para demorarlo un poco. Don Andrés, nos contestaba siempre educado, pero seguía poniéndose el casco, de visera soldada, los guantes, comprobaba el nivel del aceite, y partía.
A los treinta motoristas que ya nos habíamos distanciado, la alegría y el aire puro, se nos acababa pronto, porque pronto nos alcanzaba la nube gris, y nos iba pasando uno por uno, hasta estar al lado del primo, del primo-primo que iba en cabeza.
A veces esta situación mejoraba, con la avería de cualquiera de nosotros, porque siempre, Don Andrés, se detenía un poco más adelante, aparcaba en un lugar seguro, se acercaba con unas bolsas, extraídas de unas maletas adoradas a su Suzuki 550 GT de 2T, en las que llevaba de todo, y sin quitarse chaqueta, ni casco, ni levantar la visera, aunque estuviésemos a 32ºC preguntaba, inquisitivo:
¿Han comprobado el nivel del aceite?
Don Andrés, Andrés para todos nosotros, un abrazo.”