domingo, septiembre 26, 2010

SIMPLEMENTE MARAVILLOSA

Ultimamente el amigo Morales, con cámara en ristre, va disparando a toda belleza de dos ruedas que se cruce en su camino, días pasado, no pudo resistir la tentación de hacerle una pequeña sesión de fotos a esta preciosa Moto Guzzi, que algún atrevido aparcó en una calle madrileña, desde luego con este pedazo de encanto, yo no la hubiera dejado tan tranquilamente alos ojos de los depredadores.

SALIDA CON ANTERIORES AL 65

Cumpliendo con el calendario de actividades del año 2010, efectuamos la salida de motos anteriores a 1965, organizada por Paco Quintana. Para nosotros es una de las que mantiene el verdadero espirítu de nuestro club: motos con historia, alguna avería, arranque a patada (muchas patadas) y empujar alguna moto (achacables a las bujías o carburador "ahogado"). La formación a la hora de salir llamaba la atención de los que salen de las discotecas a esas horas, mientras nosotros les explicamos pacientemente lo que quieran saber de las máquinas, antes que se metan en la churrería otra vez, pensamos que a desayunar. Reunidas, esperaban varias BMW R-50, R-69S, dos Montesas Impalas (una más limpia que otra); la Bultaco Vicky no podía faltar, BSA modelo "lechera", la Nimbus del amigo danés Jan, AJS con avance a la magneto al capricho, Veloccette, una Ducati 125 bastante trucada, aunque dicen que caminaba tanto por las buenas manos del piloto Nico y la histórica Norton de Luis, matriculada en Madrid, ni se sabe cuantos años hace. Puntualmente subimos hacia Santa Brígida, y tan sólo extraviando a dos compañeros en 15 km., se les esperó y quedamos en comprar un GPS a Santiaguito, el más veterano de edad, con su R-50. Proseguimos la ruta centro hasta San Mateo, donde tomamos otro café y un refresco (nada de botellines), los que se ven en la foto, ya estaban en la barra de antes. La siguiente parada, para probar la resistencia de los frenos de tambor fue Ayacata, con su descenso del Roque Nublo. Más de lo mismo, los turistas haciendo fotos. El lugar escogido para almorzar es el pago del Espinillo de Tejeda, donde si gritas Quintana, todos levantan la mano, allí nos sentimos en familia, tratados en la Asociación de Vecinos por Paco, que ya es un primo más para nosotros. El premio de la gorra de Fernando Alonso se lo llevó Paco Q., con gran desconsuelo de Orlando que la quería para su colección. Tras una siesta y paseo por el barrio hasta el mirador, rodeados por el Roque Nublo y Roque Bentayga, retomamos el regreso, cansados pero felices. Nos vemos el 12 de octubre en la Vuelta a la Isla. Saludos Pepe Morales.