EL FANTASMA BLANCO

La primera vez que vi un libro de historia del Motociclismo, observaba embelesado aquellas imponentes máquinas inglesas de una belleza técnica y cromada, sacadas de un contexto del tiempo siempre antiguo a la realidad. Como es posible que se fabricarán aquellas motos tan espectaculares en otra época, clásicas y antiguas a la mirada y al sonido, años me costó comprender, lo que los entendidos cifraban como la elegancia del tiempo. Eran máquinas universales, que representaban el concepto del motorismo con héroes de leyendas y caballeros motorizados de infinita galantería, era el sagrado imperio de la Gran Bretaña y su ostentoso carácter industrializado como potencia mundial. Y entre todas aquellas fotos de motos maravillosas, siempre aparecía una caricatura especial que atentaba la continuidad del imperio, la del fantasma blanco.

Me costó muchos años saber quién era y que significaba para una de las marcas más prestigiosas del mundo, BMW. La moto que nació de las hélices de la aviación, del conocimiento de un genio como Max Fritz. Que conoció la gloria cuando la hizo volar a ras de suelo, pilotada por el fantasma Blanco. "The White Gosth" como le apodaron los ingleses ante la amenaza a su imperio. Aquellas primeras caricaturas con vértices y efecto veloz sobre un casco futurista diseñado en el túnel del viento del Zepelín, donde hasta el joven Ferdinand Porsche aportó sus detalles aerodinámicos. fue puro presagio de la caída del reino absoluto

Ernts Jacob Hennes nació en 1904 en Alemania, pronto se le conocieron habilidades para el pilotaje y gracias a la buena predisposición familiar consiguió entrar en el departamento de carreras de las emergentes BMW. La R63 y sus evoluciones, era la moto llamada al éxito, la competición más alta, era la velocidad pura. El caza récord. Su afinada estima hizo que cayera uno tras otro. El año 37 fue una competición continua de caza récord, asestaban y arañaban segundos al reloj, para volver a rebatirle BMW, más cuando a la nueva R5K de 500 CC. se le instala un Comprensor para la odisea, bajando el peso y haciéndole una cápsula aerodinámica parecida a un huevo. Recordaban el juego de palabras que en alemán Hennes significa gallina. Por lo tanto, ya teníamos el huevo de la gallina. Así fijó su último gran récord en la autopista. Mónaco, Francoforte a una velocidad de 279.6 km/h en 1937 y quedó catorce años la marca establecida

Eran tan brutal para la época medir la velocidad foto cinética, que hasta la imagen la deformaba. Como siempre pilotaba con un mono impoluto de color blanco. Las imágenes que obtenían le convirtieron en la leyenda del "fantasma blanco". Perpetuado, por los mejores fotógrafos de la época y los más dignos comisarios que objetivamente median los resultados.

En aquel resurgir del poderío alemán con su arma de guerra definitiva, tenía que empezar a ganar batallas para certificar su liderazgo, de momento en esta catedral de los héroes, el caza récord ya era un líder destacado

El equipo BMW deciden el contraataque en otros frentes y así se presenta en los Seis días Internacionales de Enduro con ánimos de seguir conquistando campos de Laureles. Mientras en aquellas contiendas aparece otro personaje para cambiar los datos de la historia. A este chaval apuesto y disciplinado con y sin moto le apodaban "El Sargento de Hierro", Georg Shorsch Meier. Militar de honor que, con el objetivo firme, recién ganado el campeonato europeo pide presentar dos R5 K en el " Senior tourist trophy" TT de Isla de Man del 1939. Desafiaba a todo el ejército inglés de su Graciosa majestad al duelo más flagrante del honor británico en su catedral. En Douglas y en todos los pueblos de la "carretera veloz", corría el Wiski y los brindis eternos, desde que el primer suicida le dio la vuelta a la isla a toda mecha. La todopoderosa armada británica, con las robusta e imbatible escuadra de Norton Manx. Triumph, NSU, Greeves etc. Y todos los jueces de la FIM con notarios adscritos al movimiento de las carreras más famosa del mundo, serian testigos. Como dos valientes bávaras comenzaron arrugarles el rostro a los señores de la velocidad. Georg Meiers colocó a BMW otra sola vez, en el pódium de la vergüenza local. Y aquellos Laureles de Man junto a los del caza récord Ernst Hennes. Relanzaron la todopoderosa maquinaria alemana, hasta la actualidad. Aún quedan ecos del estruendo de la R32 con cierta sorna de forasteros en los pubs de los callejones ingleses. Un daño psicológico que creo un potente enemigo, más allá de la segunda guerra mundial. Aun así, la Federación Internacional de Motociclismo FIM, no volvió a certificar récords hasta 1951, además prohibiendo la sobrealimentación con turbos, de ahí, el desquite de NSU y el desinterés ante la división de Alemania. Moralmente hundida tras la caída del movimiento imperialista nazi de la gran guerra

Y en esta novelesca historia real y épica de récords y guerras, de motos y personajes está a punto de suceder un "poltergeist" --fenómeno extraño- Más de 80 años después se produce otro acontecimiento histórico de gran calado Internacional. Como sacado de una película de regreso al futuro. El fantasma blanco reaparece. La prensa alemana del motor se hace eco, han resucitado a un dinosaurio. Vive. Participa en el 2002 en El XII Viejas Glorias Canarias de la Villa de Ingenio. Sobre las 12.00H del dominical y en pleno cenit del evento aparece Ernst Jacob Hennes como un viejo general de división, lento, con paso firme, viene a pasar revista a un campo minado de motos inglesas y japonesas de los resquicios canarios. Le escoltan angelicalmente y le hacen un pasillo de honor. Todos aplauden por la extraña circunstancia de esa visión fantasmal. El caza récord alemán de los años 30, estaba vivo delante de nosotros, saludando y recordando la leyenda, que tantos años después seguimos saboreando como un regalo de los dioses terrenales

Lo que aconteció después, prefiero desgranarlo en otro desayuno, para no hacerles mella en la ansiedad, el fantasma blanco volvió a batir otro récord aún vivo ... Que grande, por Dios.

Sean felices.