lunes, abril 27, 2020

EL BARCO FANTASMA






De todos es sabído la pasión de la relación moto aventura y descubrimientos. Es la relación afectiva y emocionante que guarda los lugares, topónimos o pueblos encantados que encontramos en nuestras visitas o escapadas en moto. Como nuestras islas están llenas de parajes entrañables que captan nuestra esencia de aventureros, nos envuelve la pasión por descubrir lo que encierra sus secretos, buscamos historias, antiguedades y leyendas para enarbolar esa vocación de paradigmas de un turismo de misterio y entrañables encuentros con sucesos y acontecimentos que propiciaron anécdotas para la historia y el recuerdo



En este caso especial nos vamos a conocer brevemente la historia del barco Fantasma de la Playa de Garcey en Fuerteventura. Un icono de la moto aventura, de la decáda de los 90 Recuerdo que ibamos a las primeras escapadas todo terreno en el génesis de la organización "Baja Fuerteaventura" y acabamos visitando el trasatlantico que embarrancó en las peligrosas corrientes del norte majorero y que en pocos años devoró el mar. unos cuantos perdieron la vida intentando sustraer y saquear objetos del barco.   A raíz de ello la leyenda se empezó a bautizarlo como el barco fantasma. púes a medida que pasaban los años iba desapareciendo a trozos con toda la leyenda negra de su naufragio


-El transatlántico SS América , también llamado “El barco fantasma de Fuerteventura”, fue inaugurado en 1940 ante miles de personas por Eleanor Roosevelt, esposa del ex presidente estadounidense Franklin Delano Roosevelt. El impresionante buque fue el fruto de un ambicioso proyecto que le convirtió en el barco más grande de su tiempo. Con 49 metros de eslora menos que el Titanic, era uno de los barcos más lujosos de Norteamérica. Naufragó en 1994 y permanece encallado frente a las costas de la isla canaria de Fuerteventura.

Desde su inauguración, el transatlántico se encargó de transportar y llevar de vacaciones a los individuos más ricos del mundo, incluso se cuenta que Salvador Dalí fue uno de sus ilustres pasajeros.


En un período de la II Guerra Mundial se transformó para servir de apoyo al ejército de la marina. Cuando la guerra terminó, el barco pasó por diferentes manos y cambió de nombre en varias ocasiones, pero ya había perdido el glamour por el que anteriormente se le había conocido.
Un empresario de Bangkok lo compró con la intención de convertirlo en un hotel flotante en Tailandia. Sin embargo, mientras lo remolcaba para trasladarlo al país asiático, estalló una fuerte tormenta que dejó el buque a la deriva, encallando finalmente frente a las costas de la isla canaria de Fuerteventura. La tripulación del remolcador fue rescatada pero el buque quedó atrapado en la costa.
Fueron muchos los vecinos de la isla que expoliaron el barco, llevándose todo cuanto de valor encontraban. Poco a poco el número de personas fue disminuyendo y tan solo los más intrépidos se arriesgaban a subir al barco y buscar entre los restos; y es que hubo quien perdió la vida al emprender esta arriesgada empresa. Fueron precisamente estas muertes las que propiciaron que al navío se le empezara a conocer como “El barco fantasma”.
En 1994, debido a los efectos corrosivos del mar, el buque se partió por la mitad y fue en 2007 cuando el mar se tragó el barco por completo. Si nos acercamos a la playa majorera de Garcey no debemos olvidar la cámara de fotos. Si tenemos suficiente paciencia en un día de marea baja, es posible que podamos llevarnos una imagen del trozo de cubierta de El barco fantasma de Fuerteventura que a veces queda al descubierto.
Además, en Puerto de Rosario, capital de Fuerteventura, hay un bar llamado “El Naufragio” que está decorado con piezas sustraídas del SS America-   Elmundo.es
Mucha literatura se ha escrito sobre este acontecimiento de los que destacamos estos  enlaces 
En esta breve sinopsis de aquel acontecimiento destacamos nuestra relación puntual en la foto de las motos año 1995 realizando el rutometro de la I Baja Fuerteaventura, con Benito Diaz, Pedro Peñate y quien suscribe con la Honda XR.  Y la foto de los Quads y algunas otras que deben andar en archivos son del 2004 última Baja Fuerteaventura. Esto se convirtió en una especie de santuario para los aventureros canarios de motos y coches Todo Terreno y la peregrinación a la costa Garcey era un atractivo turístico de primer nivel. 
Actualmente solo queda el recuerdo y si acaso en marea baja un triste cascarón de hierro ennegrecido clavado en la arena. había que rodar rápido por la playa con marea baja púes las arenas erán pantanosas  y se tragaba las ruedas literalmente, el ruido del mar ensordecedor con el imán de las corrientes, un pasaje tenebroso digno de pelicula.

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