LA MASÍA DE SAN ANTONIO

Hay lugares de culto donde la imaginación se combina con el espíritu más competitivo del producto nacional motociclista. La Masía de San Antonio es uno de ellos: un espacio mágico donde los sueños se mezclan con la leyenda y el legado bultaquista. Allí, la historia no se contempla; se respira. 

La gran familia Bultaco recibió un regalo navideño muy especial: un encuentro vivido y documentado en primera persona, siguiendo las huellas de una de las marcas más míticas del motociclismo. Durante esa jornada, La Masía se transformó en un auténtico museo del recuerdo, pero también en un lugar de satisfacción íntima por pertenecer a algo que sigue vibrando en el corazón de quienes sienten Bultaco como parte de su identidad.

De la mano de nuestros anfitriones, BSC –Bultaco Sport Classic–, estuvo también presente el corazón de Viejas Glorias Canarias. Una conexión espiritual que permitió abrazar la leyenda y contagiarnos, una vez más, del amor profundo por el motociclismo entendido como cultura, pasión y memoria compartida.

Nuestro compañero Gregorio resumía así una jornada inolvidable:

“El evento consistió en una visita guiada por la Masía, a cargo de las hijas y nietas de D. Paco Bultó, seguida de una comida y un emotivo homenaje a la obra de Juan Luis Gaillard, fotógrafo oficial de Bultaco. Diversos pilotos hicieron las delicias de los asistentes relatando anécdotas vividas en primera persona. Víctor Martín fue el conductor del homenaje y la persona que ha digitalizado miles de fotografías.”

Un día para el recuerdo. Un encuentro cargado de emoción que permitió tocar, una vez más, el corazón vivo de Bultaco.