miércoles, diciembre 10, 2025
MOVILIDAD COMPARTIDA
Si hasta hace apenas cincuenta años la sociedad se agilizaba con los medios al alcance, descubriendo la convivencia urbana: entre bestias, motos, transportes y carga, como una versatilidad cotidiana, los aconteceres de la movilidad estaban sentando sus bases y todo se esgrimía a golpe de necesidad y utilidad, luego llegaron los tiempos de la seguridad y las normativas legales¸ La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) se hizo obligatoria en 1987, cuando entró en vigor el Real Decreto 2344/1985, que estableció el Reglamento de la ITV. Aunque el decreto es de 1985, la obligatoriedad real para la mayoría de vehículos comenzó en 1987, cuando el sistema se implantó plenamente y se fijó la periodicidad para cada tipo de vehículo.
Esta
imposición comenzó a sacar de la calle, muchos vehículos en lamentable estado,
a imponer las normas explicitas del cinturón de seguridad, los cascos en las
motos. Y las medidas avanzaron al ritmo de una sociedad que comenzaba a interpretar
la nueva palabra de moda “actualizarse”. El fenómeno impuesto años más tarde
por la rapidez en la que evolucionaba la tecnología y los elementos que servían
de uso a un potente mercado de consumo. Comenzando por el ordenador y luego la
telefonía móvil.
El tráfico no estaba exento del fenómeno, si bien las inversiones en carreteras iban más lentas de lo previsto, y actualizar las comunicaciones dentro de una geografía tan abrupta conllevaba tiempo y capital, ralentizó el efecto demanda potente y necesidad emergente, ya sabemos que tan lejos de los repartos en una juventud de aprendizaje en la gobernación autonómica, conllevó esa espera, que poco a poco, sello un fenómeno imparable de masificación de automóviles y carreteras.



