miércoles, julio 22, 2020

EL ACCIDENTE DE LAS TRES BSA





Salvador Ramírez.  Paco, Miguel y Antonio que era el mayor. Eran hermanos de Santa Lucía.
Un domingo reunieron a 7/8 motos para hacer una excursión al Faro de Maspalomas. hablamos de los años 50. 
Llamaron a Pancho "El Gato" Qué le pusieron el dichete.  Por qué compró un Gilera, saben que el escudo del tanque de la moto italiana. Es un gato y así lo bautizaron.
Antonio el del bar 3 Cepas. Raymundo el flauta. Perico el Chato, Chano el cerrojo. Una camarilla de la misma echadura, que le gustaban las motos y las salidas a los bailes y fiestas.
Antonio no pudo ir. Porque se había casado. Y le venía incomodo dejar la mujer atrás, en lunas de miel
La curiosidad es que los otros tres hermanos iban todos con BSA Banthan, caballo y cuarto. Que se habían contagiado en la compra, por lo buena que estaban saliendo. Era un furor esta marca en los años cincuenta en Canarias. Llegaron en cantidad a las islas de mano de los ingleses. Para Rancheros, encargados de empaquetadoras de almacenes de tomates. Listeros y pronto la juventud de los cincuenta de canarias se vio en la oferta motorizada.

Aquella mañana de 1956. Volviendo por el Morro Bezudo, la caravana con la pista de tierra, recordemos que, en ese Sur de Gran Canaria solo estaba el Faro de Maspalomas y cuatro grupos de cuarterías, en las lomas, además el único punto de encuentro era el bar del Pata Mocha. Antonio Franco. En el Cruce actual de Viuda de Franco. De ahí el nombre.

Con los piques y las raleras, le derrapa la moto a Salvador y se engancha con el hermano Miguel y caen en fuerte impacto a tierra. Su hermano Paco. Que iba delante. Oyó el estacazo. Miró para ver que pasó, perdió el equilibrio y al suelo también.
Imaginen el escenario. las tres BSA. Esparramadas por los suelos. Miguel medio inconsciente por que cayó mal y los otros dos con cortes y magulladuras.

D. José Fillol, terrateniente que pasaba con el Lincoln. En un acto heroico, cargó con ellos para el medico vecindario. Preocupados por Miguel, que alguien le dio agua con un porrón. Para reanimarlo y se estaba inflando y asfixiando.

D. Vicente Mengano, el médico de vecindario, le pone una inyección y lo manda urgente para la clínica Santa Catalina, allí un médico de guardia que estaba recogiendo para marcharse. Le dijo que se fuera al Pino que no podía hacer nada por él.
Miguel salía andando a duras penas de la clínica.  Cuando llegó Antonio el mayor apurado. Con la moto de Salvador.
No hay nada que hacer acertó a oír de boca de un moribundo. El médico dice que no me puede atender.
De cuando para acá anda un muerto. Dijo Antonio encendiendo su cólera

Tira para dentro Antonio con el Hermano. Encontrándose con el médico que se iba.  Lo siento, no puedo hacer nada. Me voy que tengo a mi mujer esperando en una procesión... y no puedo atenderle

Se tira mano al cinto Antonio, desenfunda la correa de un tirón. Bajó dos Santos y a padre Dios. Encolerizado y lo amenaza con darle cuero. Si no colabora.

No hizo falta más acciones, ni más palabras. Cuando el medico vio la cara de cólera de Antonio. Entró a Miguel fugaz

Le hizo una traqueotomía y el pobre respiro y escapó.

Gracias a lo oportuno que estuvo Antonio, Si no muere el hermano en una irresponsabilidad médica de las de antes.

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