sábado, julio 18, 2020

ESCAPADA A MADEIRA



Con la sana visión de darles un enfoque más global a los rincones geográficos del mundo que hemos conocido a lomos de nuestras motos, vamos desempolvando memorias más recientes y mezclando con las más antiguas de pasajes por el planeta y nuestras islas. este nuevo periplo, fue una escapada al archipiélago luso, como tantas otras que proyectamos y acabamos inaugurando la nueva ruta de Naviera Armas, con las islas de Madeira


El primer año optamos por proyectar como escapada Canarias - Madeira con el fin de ir averiguando las posibilidades de un futuro Raid aventura, esto ocurrió años más tarde, pero tendrá su apartado. La primera escapada se nos antojaba atractiva desde el punto de vista turístico. A sabiendas que la isla de Madeira es muy parecida a las canarias en climatología mucho más húmedas, algo menor en infraestructuras, pero muy rica en contenido cultural y folclórico y con un turismo alemán invasor y acomodado.

Organizamos un primer asalto de fin de semana, navegar todo el viernes a la noche, para llegar por la mañana, rutear toda la isla el sábado y vivir la noche. para regresar el domingo al mediodía y llegar a Gran Canaria, por la noche. Un trote de navegación solo apto para aventureros y descubridores. Tremenda fiesta de fin de semana, con nuestro carácter festivo universal para el recuerdo.


Organizamos dos grupos diferenciados, ya que acudieron amigos del Todo Terreno y un colectivo menor de carretera, Los amigos Moteros de Madeira rutearon con los chicos de carretera de Gran Canaria y el grupo mayor de moto de campo, nos aventuramos con el piloto y mecánico oficial de KTM en la isla, nos paseó por el monte verde, un vergel de nubes enchumbadas y bosques milenarios. una experiencia inolvidable que marcó nuestra curiosidad por los nuevos territorios

Por si tienen curiosidad de conocer todos los detalles les desviamos a los blogs, que editamos en su momento para dejar constancia de nuestra dicha aventurera 


Fueron tantas emociones concentradas que describimos parte de la inspiración que nos produjo en su momento tal escapada al sprint, en un fin de semana inolvidable.

"Sorprendente y desconocida se manifiesta siempre este rincón del atlántico, que flota siempre como una gigante y dormida perla del cuaternario. Su carácter de recio castillo de monte, donde la altura contagio de barrancos y desfiladeros, hacen un perenne refugio y noviazgo con el fenómeno del alisio.

Las caprichosas formas geográficas de picos y torrentes le dan el toque mágico de bosque encantado, abismos de vértigo, verde que duele. Su pueblo ha ido cavando la roca ordenando la tierra, cultivando terrazas, y ganando partidas al desafío del monte

Desde la ventana de este hotel, veo las paredes verticales que cierran en circo, de más de mil metros la inmensidad de este valle, un impenetrable manto verde cubre de bosque toda la Riviera Brava, desde aquí a la Encomiada, sube el valle en un profundo tajo que corta la isla en dos mitades, En la degollada de Encomiada se asientan las nubes en vigilia permanente de las cumbres.

Abajo en San Vicente y desde el otro lado del norte se abre el valle, para asentar en sus laderas las tierras de cultivo, Plataneras, Hortalizas, viñedos, un vergel y despensa para los habitantes que llevan siglos, trabajando la tierra para sobrevivir, sin más.

Recorrer la cumbre pelada de Pau de Serra, tiene su encanto, el frío y la hierba han propiciado el paraíso de las vacas en libertad, que pastan de invierno a invierno este altiplano solitario, más al sureste se extienden los bosques de Eucaliptos blancos gigantes, Helechos, Cedros, Fayal brezal inundan con fuerza todos los rincones de los barrancos a diferentes caras de la isla.

Aventurarse en cualquiera de ellos, no deja de impactarnos la fuerza con que la naturaleza ha ido reinando en los espacios más increíbles. El agua es libre y derrama bondad por doquier, el invierno acobarda, y el refugio delante de las chimeneas de las casas del monte, se adivina.

Madeira es la gran desconocida, la isla silenciosa, el paraíso de los alisios, la fortaleza de Zeus, un paraíso de color verde"


Recuerdo del final de la jornada del domingo a la hora de volver, y antes del embarque, apareció un Grupo de Folklore para deleitarnos musicalmente y con bailes tradicionales, como regalo por la visita, nos dieron bolsas con botellas de vino y recuerdos turísticos y parecíamos al "Bienvenido Mr. Marshall" del cine.  Imagino el turismo de Canarias en los años setenta y su exaltada cortesía de anfitrión. Que diferencia la llegada de una línea regular de la talla de Armas, parecía una gran noticia para toda la isla de Madeira y el gobierno de Funchal se sentía agradecido y aprovechaba el tirón mediático que supuso Internacional




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