martes, agosto 04, 2020

SI LOS REYES ME TRAJERAN CARBON



Hay tantas motos que llenan nuestras pasiones, que encontrar oportunidades para probarlas deberia ser el primer mandamiento del motorista. Y probar tantas como puedas y disfrutar de la esencia y el desarrollo que te regala el constructor, de la leyenda o la historia de la marca, de la evolución y el concepto y por último y en mi caso el cultivo de la poesía de su movimiento, de la belleza de su estampa, su firme y robusta seducción. Manejarla es sentarse en la sala del último cine moderno y escuchar su melodia envolvente, puro "Sun Roon". Increíble, no había descubierto ninguna moto que sonara así. Es indescriptible. Como moverte con un potente dron encima de una tribu India que galopa a grito de guerra las praderas americanas, mientras oyes el silbido de las flechas en la caza de bisontes. Y el escenario te libera la imaginación con una banda sonora potente y enérgica

Indian es leyenda pura. Es el renacimiento de la cultura americana Industrializada, el poderío seductor de un nombre que ha sobrevivido al tiempo. Como todo producto de mercado, tiene que buscar las combinaciones para ser competitivo, aunque para entrar en el club selecto de los dioses mundanos, hay que tener pedigrí, palmares, carreras... En esta aventura histórica lleva menos ventajas contra el universo racing, aunque si tiene exclusividades que le hacen distinguida. El flat track.. es un invento americano como el Dirt track, y su esencia es de una belleza brutal. 

Desarrollar una moto cien años después con la esencia y la evolución espontánea del nuevo siglo, debe ser un ejercicio divertido en manos de un creativo. Tal vez cazar el concepto, la leyenda, la motorización, con el acabado final, debe ser una divina providencia la fortuna de ese milagro. Con la "Carbon" ese resultado es a todas luces un regocijo de exclusividad, un capricho permisible, una profunda sinfonía clásica a punto de sorprender a un sordo, una identidad rotunda llena de matices y anacronismo

Es un juguete de los locos años 20. Un festejado centenario que le libera del proteccionismo de la reserva india y del ausentismo en los grandes mercados mundiales. Por fin disfrutar de una leyenda de este calibre tiene pasaporte europeo, saborear la conducción de su percha es pura elegancia compacta, divertida, donde frenar es un complemento innecesario y el paso por curva firme nobleza. 
Me declaro fans de esta pieza elaborada con arte y sutileza, declaro alcanzable el sueño americano motorizado más allá de Milwauke, He sentido un cosquilleo en los brazos mientras la manejaba, sensaciones placenteras mientras la tumbaba, dulzura en un musculoso cuerpo cuidado para transmitir sensaciones Pero me ha cautivado el Sun Roon de sus Akrapovic, un estradivarius armonioso y sereno que te transfiere adrenalina en un Último Vals..

El amigo Manolo de Autos Vegueta, cultiva el equilibrio metafísico de su existencia y es un regalo pasional, que las marcas casen a personas enamoradas de su esencia. "Quo procuo" estimado amigo. 

No todos querran una Indian, por las causas que fueren o por que la exclusividad tiene cuantía, que no es el caso. Pero pueden permitirse el lujo de probarlas con las campañas actuales de marketing a futuros cliente. Puedo asegurarles que vuestra opinión sobre la marca ganara enteros. Hoy después de haber rodado con ella, he sentido por que me gustan las motos y su genética, la esencia de la tribu Arapajoe transmite mucho más que la belleza estilizada de sus líneas y colores.

El último deseo de un pasional, Que los reyes magos nos traigan "Carbon" a ser posible.

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