La primera referencia es del año 1527, donde se celebraron estas carreras en una fiesta en honor del nacimiento de Felipe II. Se le llamó carrera de cintas, por las cintas con las que se premiaba a los participantes a caballo tras la competición, cuando habían conseguido ensartar una anilla; éstas, eran lucidas por los jinetes en las carreras siguientes como señal de prestigio.
Esta
actividad tan antigua a caballo, de la que ya se conoce estos registros en
Tenerife, en los albores del siglo XVI, se reactivó en sus variantes de uso en Gran
Canaria, siglos después ; primero en Bicicletas en las fiestas locales de la naval
en las Palmas años 1910/1920 – Ahí que recordar que las bicicletas llegaron a
Gran Canaria sobre 1860 y que ya el circo cuyás, tenía un velódromo donde se
aprendía a manejar las bicicletas y se daban espectáculos de equilibristas
sobre bicis; por ello en la frontera del nuevo siglo con la llegada de automóvil
y el libre albedrío de actividades festivas en los pueblos más enraizados de la
isla, se va encarrilando hacia el desarrollo de Carreras de cinta en
bicicletas.
Manolito
el latonero de Arucas, 1910 fue un brillante campeón de carreras de cintas en
bicicletas, donde destacaba su destreza que le llevaría por muchos municipios
de la isla a demostrar su habilidad de campeón, teniendo en cuenta que la
lucidez de las cintas, era ya un logro notorio en las fiestas.
APARECE
LA VERSIÓN CARRERA DE CINTAS EN MOTOS.
Los
primeros destellos de las carreras de cintas en motos, vuelven a tener la naval
y poblaciones cercanas a la capital, como testigos de estas actividades, -Los
años cincuenta- marcaron el despertar de una nueva sociedad más activa y
con iniciativas de medir sus cualidades, así aparece las carreras de motos y
coches y sus variantes, carreras de cintas, kilómetros lanzados, Ginkanas,
Rallyes y subidas en cuesta. En las llegadas o intermedios de las grandes
pruebas -Rallyes- se ponían estas habilidades en puntuación para las clasificaciones
generales o entretenimiento de los pueblos.
La
gran revolución industrial de los años 60/70 impone nuevos ritmos de revolución
y la actividad de las Ginkanas automovilistas y sobre todo las carreras de
cintas, pasan a conservarse en aquellos barrios más periféricos de las ciudades;
con muchas motos de pequeñas cilindradas en uso, por aquello de la moto obrera
y la falta de transporte público que agilizara los movimientos sociales. En las
medianías el barrio de la Gavia toma la iniciativa mas recordada, San Roque, Pino
Santo y en la mayoría de los pueblos y barrios del norte, Galdar, Guía, Arucas
etc… aquí el honor del premio en la entrega de cada cinta, pasaba por el beso
de las candidatas a reina -en su entrega- de las fiestas en curso
En
la actualidad se sigue conservando su desarrollo clásico en los grandes eventos
lúdicos, como el Retromot Serpiente, Encuentro de clásicas y antiguas del
Sauzal o el Viejas Glorias Canarias, asi como algunos barrios como el de las
Goteras
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