VIEJOS AMIGOS, VIEJAS GLORIAS

Curiosidades de la vida, hace cerca de treinta años que no veía a Ramón Bosa de los lejanos años 90 cuando compartiamos salidas de trial por las montañas de la isla. En la inauguración de las nuevas instalaciones de Rafonso Yamaha, he tenido el placer de rememorar el recuerdo y cada uno con otros argumentos, Daniela su hija, pedazo de piloto de velocidad con su padre de apoyo en boxes y luego Miguel mi hijo, creo que ninguno de los dos ha perdido el tiempo transmitiendo pasiones motorizadas a sus descendencias.