Pocas serán las razones para no darle un soberbio aplauso a la ingenieria nipona, de los setenta, cuando hacía obras de arte para la competición como este motor honda seis cilindros de la 250 cc RC166 Una joya con sonido celestial, sin duda..
Llueve
-
El cielo, en un gesto antiguo, cerró filas y desplegó su panza de burro,
derramando un rocío paciente sobre los campos. En los barranquillos, las
gall...
Hace 1 semana
