EL CUARTEL GENERAL DE ELADIO

 

Nuestro querido Eladio Dávila, fue chofer de aquellos "coches de horas" antiguos, de color amarillo, en los que el chofer iba metido en una cabina avanzada y el ronroneo de sus motores se juntaba con su "jumasera", envolviendo todo en una explosión de tiempos remotos. Toda una vida entre carros y motos inglesas; Francis Barnet, Norton, Ariel y Triumph, sus predilectas.

 

Eladio heredó la pasión por las motos clásicas en los años setenta y se fue haciendo con buen material británico. Las Triumph hicieron hueco en su garaje con las "Twenty one" la 3TA y la 5TA y después siguieron apareciendo otras joyas como las Norton, hasta que el amigo Oliver le buscó la que alimentaría su otra pasión; la que siente por el coleccionismo. Banderas, gorras, trajes y equipamiento militar, complementan sus otras aficiones hasta que se ganó el apodo del “Coronel Eladio”.

 

 

Eladio durante bastantes años aparecía con sus disfraces maqueados por los “Viejas Glorias Canarias”, creando una atmósfera de contagio y sana alegría. Aún le recuerdo con la Francis Barnet, la sotana negra de cura de pueblo y un casco nazi. Su paseo regalando bendiciones por los stand, era todo piropos para su desinhibición y espectáculo, ahora en su senectud acelerada, baja al garaje, como el niño que va el recreo. Encuentra entre sus "yerros" la razón de su existencia.

 

El amigo Cristóbal le consiguió recuperar la moto de su padre, una preciosa Ariel Sloper SG31 bastante injertada, a la que se ha propuesto devolver su identidad. "GC. tres mil y pico". una joyita que le tiene entretenido en el confinamiento y cuidado de su salud.

 

 

Rufino, le ayuda actualizar su material, además de moverlo y ponerlo en orden de marcha. 

 

Charlamos tranquilamente con él de sus recuerdos y dejamos constancia de su atrevida pasión por las clásicas inglesas, pues ahí están sus dos últimas adquisiciones la Triumph "Bonny" y la Thruxton de su hijo Gabriel, mientras espera la recuperación para seguir luciendo sus galones y estrellas.

 

Nuestro agradecimiento a una figura especial dentro del mundillo Viejas Glorias Canarias.

PEPE EL BUTANERO

Rebuscando los personajes que escribieron la historia de nuestras islas a lomos de sus motos en su actividad laboral, recordé a un apreciado amigo, de esos increíbles cuya vida es un cuento. Él sigue brillando en el mundo deportivo pues su carácter enérgico y esa juventud eterna le mantienen disfrutando de la moto y de las nuevas generaciones, como una referencia aplastante de honor y exaltación.

 

En el argot endurero y trialero, y del todo terreno en general, le llaman cariñosamente -el señor mayor- cuestión que le enorgullece y remata con una de sus frases más antológicas a la guasa juvenil: “Estos machangillos”.

Garajes canarios 6 Paco El Vespa

Si alguien duda de los viajes en el tiempo, es que no conocen el santuario añejo de francisco Vega. Más conocido entre el argot vespero por Paco "el vespa" Maestro Paco es un entusiasta pasional de lo clásico, en su genóma vital no ha permitido más modernidad que el teléfono móvil, por continuidad de conexión, el centro donde elabora la artesanía, es puro parque temático del cuaternario que ha sobrevivido a los avatares de la evolución, todo se improvisa, repara, se cambia o guarda. Todo tiene segundas o terceras vidas. Por ello su pañol de recambios de segunda mano a ido en aumento desde el principio de los tiempos.

JUAN FRANCISCO RODRIGUEZ ( FRAN )

     ( tercero de derecha a izquierda, con el crono al cuello )

 Moto club Hespérides y colegio de cargos oficiales de motociclismo de Tenerife

Cuando alguien de la naturaleza personal de Juan Francisco Rodriguez nos deja, nos quedamos con la pena y la magua de tantos buenos recuerdos compartidos. Fran como amigablemente le llamábamos, fue socio fundador del Moto club Hespérides junto Félix Cándido, Pepín, Julio etc.  Probablemente, el moto Club de Canarias con mayor solera y actividad, un histórico que ha escrito y elaborado muchas páginas del motociclismo deportivo y social de Tenerife

Fran hizo la transición democrática del motociclismo, vivió y organizó el colegio de cargos oficiales de la Federación Interinsular de motociclismo de Tenerife como presidente, miembro de la Asamblea de la Federación Canaria y puntal de la administración federativa de aquellos años, todos le recordamos, como una persona amable, cercana con profundo arraigo y conocimiento de la organización deportiva, además devoto y costalero de la Semana Santa de la Laguna.

A finales de los años noventa, supero un fuerte bache de salud con operación de trasplante de médula, que le permitió vivir hasta la actualidad con la tranquilidad y la lectura de su sabiduría, hoy, un último achaque con Ictus, no le permitió continuar su camino terrenal. Nos dejó en la soledad de su casa y en el recuerdo perenne de su afable personalidad. Fue una suerte conocerle y compartir su experiencia y actitud emprendedora. Allá donde estés estimado Fran, estará nuestra amistad y confraternidad por el mundillo del motociclismo al que tantos años regalaste tu esfuerzo y tu experiencia.

Un abrazo a todos los amigos del Moto Club Hespérides y familia y amigos de nuestro querido Fran. Descansa en paz amigo.