Cuando
Tony Santana, me comentó que le iban hacer un reconocimiento especial a Tino
Suárez, me quedé pensando al verle mayor y a distancia, que no lo recordaba,
hasta que le vi de frente y me lamenté el infortunio de tal lapsus, Tino, le
llamé; me acerqué y le di un abrazo, increíble que sigas adelante con las
carreras de cintas; a lo que me contestó; y con la misma moto. La Kawa 500 de
finales de los años setenta.
A
Tino tuve la suerte y el honor, de organizarle su primera carrera de cintas en
la Gavia, en el año 1980 de la que recordó que conserva los trofeos y tiene en
su haber 56 piezas de los 46 años que lleva participando en este tipo de carreras
de entretenimiento de las fiestas locales. Me recordó nuestra época del futbol
en la piconera del Lomo Peña en nuestra juventud, y por supuesto el culto a no
faltar nunca en las pruebas de la Gavia, de la que conserva un gran recuerdo por
la cantidad de participación que suscitaba.
Hubo
una época dorada de las carreras de cintas en moto, me recordó, todos los barrios
de la periferia de Telde, Valsequillo y Santa Brígida y muchas escapadas a
Galdar, llevaba sus anotaciones de las fiestas de los pueblos y acudía a ellos
en las fechas, por que la comunicación no era como ahora que el Whatsap o el
correo lo hace todo, antes, ni teléfono, teníamos que fomentar el boca a boca y
anotar las fechas de celebración de las fiestas de los pueblos.
Con
Tino Suárez y su larga historia de participación en las carreras de cintas, se
recupera el reconocimiento perenne a un clásico, que se ha mantenido activo a
lo largo de toda una vida y que el tiempo a regalado el testigo para la
continuidad.