lunes, enero 22, 2024

DESFILE DE LA VICTORIA

 

Hace escasos quince días, todas las ilusiones se enfocaban en las sorpresas del desierto arábico. Su brutal paisaje de cuentos a rememorado la esencia pura de otra batalla épica, tan dura como nadie recuerda, tan apasionante como nadie duda, esta edición 46 del Rallye más duro del mundo entrará de nuevo en la leyenda estrellada de los héroes que libraron su batalla.

Cuando un equipo fuera de la naturaleza que fuere, decide inmiscuirse en el océano de su arena, queda atrapado para siempre en su misterio de lucha contra los elementos, no hay resistencia a esta atracción tan brutal que fascina a tanta gente alrededor del planeta tierra. El rallye Dakar que ha viajado por varios continentes a la búsqueda de los escenarios más brutales, se revitaliza cada año con la apuesta al molde de los tiempos, una escaleta de gestión y exhibición que le convierten en una proeza para la humanidad que desafía la aventura

En esta mañana serena en la que los aires que soplan en las planicies traen ecos de las civilizaciones antiguas que se exhiben en tierra adentro, un lugar encantado del misterio de la historia y de las corrientes bíblicas que se manifestaron en su cenit. El mar rojo siempre fue escenario donde los milagros retiraban el mar, donde los peces eran domados por la bendición de un líder, donde las plagas maldecían los pueblos y las civilizaciones asentaban su casa para glorificar a los dioses, hoy con el poder del petrodólar y sus yacimientos, continua la parábola farisea de las hazañas de estos tiempos, mientras los vecinos siguen matando inexplicablemente, es clarividente que el foco de la noticia exalte las proezas del deporte y la repercusión mediática alcance al desorden paralelo entre tanta exaltación de gloria. La verdadera tristeza la engullen los otros acontecimientos que a nadie subleva, mas que a las profecías de la quinta montaña.

Esta etapa final es un desfile de la victoria, es una sonrisa larga que dura 176 km y que para el grueso de la caballería se convierte en un paseo triunfal de sus propias metas. Algunos hablan de propina para sacudirse la arena y llevarse el aura de un Rallye imborrable de la memoria, esa gallardía la barajan las motos que vuelven a colocar en el punto de mira las batallas más épicas compartidas con los guerreros del metal. Aunque damos por descontado la lotería de los resultados parece que con las motos estamos condenados a disfrutar las prologas y hasta los penaltis. A pocas horas de comenzar la carrera. Los tiempos de los controles saltaban a rebajas como el mercado de la liquidación. como la lotería de apuestas más loca de la historia, una carrera de galgos que no entienden más filosofía que llegar primero que el rival.