jueves, julio 31, 2025

ENGANCHADO A LAS CARRERAS DE AYER

GERMAN GONZALEZ 

A medida que los tiempos van pasando por nuestras vidas, la experiencia y el sentido del clasicismo se va enraizando en dichas pasiones, manifestando nu  estro propio estilo como bandera de un pasado de práctica enriquecida; queda ese pozo de sabiduría y en el, encontramos la razón de la existencia y continuidad de aquellos gozos.

Cuando volvemos al garaje de los amigos, a charlar sobre el motociclismo de todos los tiempos, encontramos el nexo de unión cultivado para esa manifestación de recuerdos, y descubrimos que la veteranía de la práctica y las heridas de guerra, de los acontecimientos pasados; han marcado el libro de las vivencias dándole el brillo cauto de la aventura superada

German González pasó por los años 70, de puntilla y embobado mirando los ciclomotores con el deseo de ser poseedor de uno de aquellos billetes de libertad, después de varias Derbi, a las que sacó su esencia, decidió enamorarse e invertir en una nueva, Moto Guzzi 50, quizá por aquello de que, Derbi tenía todo el mundo. Las motillas italianas marcaron época y distinción. Siempre notorias en detalles. Su juventud fue un rosario de metralla acumulada, Hostias y zarpazos afortunados –de los de angel de la guarda, como la galleta de las Lagunetas que desfondo un techo de una casa y cayó al bajo después de volar- fueron dejando las cicatrices en su rostro, hombros y piernas. Como un guerrero vikingo sobrevivió a la pubertad de los machetazos, escapadas a los pueblos, con la pandilla motorizada.

Hasta que llegó la Vespa que era


como la furgoneta adaptada, descubrió, que cabía algo más que un pasajero, la carga, tiendas de acampada e improvisó unos baúles -con garrafones de aceituna verdes de 30 L, que le dió, Juan Alfonso Rodriguez de “Escamilla”- que cabía de todo, que ingenuo y practico, viajaban a Tenerife a las carreras, y allí llevaban de todo, - ropas, mantas, herramientas, abrigos, etc. -tremendos baúles - En una de esas que volvió a las Palmas, y se encontró el día después, unas obras con las que no contaba en su calle. - Se empotró, contra un Panda que usaba el mismo carril. Solo recuerda que gracias a un médico no le amputaron la pierna, pero estuvo largo tiempo entre yesos y reajustes, intentando que volviera al movimiento, lo consiguió evidentemente, gracias a su alma combativa.

Aun estaba arrastrando el píe con bastón, cuando el gusanillo de las carreras lo picó de nuevo. -La llamada a las batallas, le dieron sentido a su vida, y a sus desgracias- Correr era sinónimo de diversión y de pacto con la experiencia y sus limitaciones, hoy es uno de esos veteranos de los que en las charlas se forman corrillos de escuchantes, es el hombre referencia y consejero de espíritu empático y experiencia para compartir.

Su vida ahora, es el entretenimiento y recuperación de máquinas, en su pequeño taller junto a “Pistona” -su perrita- ahí el tiempo es culto a las motos, a sus joyas, que maquea, y susurra con el cariño de los quemados filosóficos. Otra suerte, fue encontrar a Monse en su vida; esa pareja motera que disfruta del viaje y la aventura, dentro y fuera de la geografía de la isla y con sus viejos amigos. ¡Que pareja!

Con motivo de la II Subida a Barlovento el próximo 6 de septiembre en la isla de La Palma, se ha convertido en la referencia del motociclismo de carreras de clásicas, su espectacular BMW R100 de época, ya tiene adeptos y gente que le sigue la estela. Ha tomado la bandera del sentido común en el desarrollo afortunado de este evento en particular, la organización RR Eventos, le toma el pulso y la voz para impartir los valores de las competiciones fuera de circuito en tiempos donde la seguridad prima y pone en evidencia el valor de los antiguos “Road Race” El espectáculo está servido y las inscripciones cerradas desde hace varios meses. Carreras donde como el advirtió; en las reuniones de seguridad previa. “Se gana poco y se puede perder mucho” La organización mima el evento que va camino de ser referencia única en canarias de distinción, a la que la cantidad de motoristas afines a las carreras, ya tienen reserva para visitar esta catedral del TT canario, “Road Race” y muchos “viejas glorias canarios”, le siguen en el empeño de crear la sinergia de este tipo de carreras en cuestas ya denostadas de los calendarios.

German no deja de soñar y ya tiene fecha para su próximo cumpleaños en octubre, celebrarlo en la subida a Colombres, una rampa clásica de gran palmarés en la frontera del norte de Asturias con Galicia. Donde no faltan una buena parrilla de anglosajones y franceses para lucir monturas y guerrillas.



En su garaje la charla de sus dos monturas preferidas; entre cultura italiana Parilla – la moto que corría en las subidas a Tafira en los años sesenta de la mano de Oscar Álamo- y que consiguió recuperar y dejar lista para revista. Y la cultura bávara de la imponente Bmw, adquirida a Paco Quintana y remozada a sus manos y concepto de carreras de clásicas. Además, guarda otras joyas más modernas para desfogar en el circuito de Berriel.

Con German y su culto al romance clásico del motociclismo de carreras comienza otra apuesta; la de recuperar a los veteranos de combate, para echar esas pegas de exhibición con motos antiguas de carreras, sin mayor pique que la diversión y el recuerdo de otros tiempos. Que grandes estos muchachos, que nunca dejan de soñar y contar.



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