Con exquisito buen gusto y excelente tacto motoristico, el amigo Fili Leal ha elaborado un rincón de ensueño, el garaje donde un romántico puede sentirse afortunado de saber que existen lugares de culto con tan buen pedigrí y es que la pasión por las motos deportivas “Ochenteras” es la esencia de una juventud que vivió el cambio del fenómeno industrial como una oportunidad al nuevo diseño y a la evolución de las grandes máquinas.
Su corazón partido entre dos
marcas, dos mundos tan dispares y atractivos que roba para siempre el corazón
de todo motorista, Honda y Ducati. O el Imperio del Sol naciente, contra la
bella Italia. Tecnología y arte. Que dos maneras de enamorarse de las motos.
Aunque su esencia es familiar y
su entretenimiento y ocio es bajar al garaje, la compañía de su ayudante
infantil en las restauraciones acabó por decidir el nombramiento de su rincón
como “Olga Racing” por la estimada voluntad y apoyo de su pequeña familia y
allí entretenido con su tiempo va salvando del olvido excelentes motos que
pasan a ser de culto patrimonial.
La Bimota SB5, las Hondas:
CBR1100R o 900 F, la revolucionaria Katana, o las excitantes “Panthas” hacen de
su colección un potencial de buen pedigrí. En el video adjunto tiene el honor
de explicarnos sus genes y su gesta para recuperarlas, con buena mano y
artesano trabajo de ensamblaje.
Los Garajes canarios son hoy más
que nunca el lugar donde los sueños se elaboran, donde el tiempo se enhebra en
formas originales y se devuelve la identidad a tantas joyas que enamoran las
miradas y el romanticismo motociclista más clásico. En “Olga Racing” como
afirma Fili, solo se permiten ciertas licencias con las que sutilmente
enriquecer las decadencias del fabricante o los caprichos del modista que
quiere el traje a la medida de su sueño.
Con tan solo una mirada al Garaje
de Olga Racing, se pueden imaginar cuan refinado los sueños del autor del
cuento que además tiene princesa real. Y es que a veces la auténtica felicidad
se esconde en los Garajes.
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