lunes, marzo 22, 2021

UNA VIDA DE AMOR A LA TIERRA



Desayuno Dominical: “Don Rafael Henríquez y el amor a la tierra”

Un relato de Feli Santana

 

El tiempo es una máquina aterradora que pasa el rodillo con la tenacidad de contar cada segundo hasta en las milésimas. En ese espacio de vivir que nos otorga el destino, hemos de ser capaces de cultivar la inteligencia, los valores y la responsabilidad para ser felices incluyendo lo que significa la concesión de una vida plena, con todos sus matices.

 

Confieso que cada descubrimiento nuevo me abre la dimensión de la fe en las personas y en las grandes historias que han forjado su vida y este tesoro que he perseguido toda mi vida, es el mejor regalo que te pueda brindar la sabiduría a tu existencia.

 

Don Rafael Henríquez nació en Arucas en 1933, cuenta en su activa vida con 87 años y fue de los hombres visionarios y emprendedores de la ciudad de las Palmas. Era, en los años mozos, un gran pasional de las motos, de las que enhebró no pocas correrías con los amigos de la época, en aquellos dorados años 50. Gran Canaria era un vergel de posibilidades de expansión y negocio. El turismo Internacional encontraba una puerta abierta en la amplia oferta de la capital. La antigua hegemonía inglesa mantuvo el flujo del suministro industrial como un gran aliado al despertar social.

 

DE AQUELLAS GRANDES COSECHAS, ESTAS BONITAS HISTORIAS.

 

 

Su primera motocicleta, que obtuvo en 1948, cuando las motos se sacaban del muelle, algunas con la “bendición” del personal de aduanas. Un importador de tomates, Don Juan Francisco Gómez, le trajo en su camión una querida y apreciada sirena Merlín, del enlace entre capitán Graham Francis y Arthur Barnett. Una simpática y ciudadana Francis Barnett “caballo y cuarto”. Motor Villiers, de la que tantas historias y propietarios cuenta en las Islas Canarias.

 

A Gregorio, el guardia municipal que estaba antes en el cruce del camino nuevo con Triana, dirigiendo el tráfico Norte /Sur y que en Navidad casi lo tapaban de la montaña de regalos que le hacían, por buena gente, Rafael le subió muchas veces a Tafira en su Francis Barnett, desde el hospital San Martin, donde esperaba al final de jornada, “aunque a decir verdad la subida por Pico Viento, no pasaba de 17 km/h”, recordaba con una sonrisa.

 

Luego llegaron las TWN, una maravilla de moto alemana. “Las Triumph alemanas” les decían. “Tenían dos cilindros, con caballo y cuarto, y nos daban un cuero del carajo, por que andaban mucho más rápido. Tomás Lozano de Tafira, tenía una. La moto más grande que llegó a Las Palmas por la época fue la de Manuel de La Cueva, una Harley-Davidson 1.200 M46-U, probablemente”.

 

Una mañana de tantas, “picado” con Juan León, que era otro motorista tremendo que siempre le daba lija, venía delante Rafael por Tenoya, ahora con mayor montura; con la Triumph 500, lanzado con Santiago García de acompañante… Cuando entran en el túnel de Tenoya, le da un grito ¡Santiago, agáchate! Venía en la oscuridad del túnel, un camello cargado bamboleando el paso y por suerte pasaron debajo de las angarillas de milagro, el pobre Santiago se meó todo del susto.

 

 

Rafael habla con una sintonía radiante, se le amontonan las historias, que enhebra una con otra con habilidad y buen recuerdo. Marcas de motos con otros dueños y personajes de antes. “Paquito el del Agua” de la Heredad de Tafira tuvo una AJS Preciosa, que le dejaba los domingos después de misa, discretamente para quitarle la carbonilla, comentaba que era una moto preciosa, todo elegancia.

 

Recuerda las Carreras de Cintas en las fiestas de San Miguel, en Valsequillo, muy famosas, con mucho público, donde participaba “Juanito el de las cabras”, Manolo Bautista y Pipo Manzano.

 

Una curiosidad importante de Don Walter Sauermann -padre- fue cónsul de Alemania antes de la segunda Guerra Mundial. Tras su muerte le enterraron en el cementerio de los Ingleses de San José. Anecdóticamente en el sepelio, el sucesor del consulado de Alemania y dada la categoría personal de Don Walter leyó una elegía muy emocionante.

 

Otra curiosidad y dentro del enlace germano inglés, siendo muy amigo del Walter Sauermann -hijo- comenta que Harold Flick trabajó mucho tiempo antes de establecer su poderío comercial en Las Palmas, con el señor Sauermann, que relevaron tras la muerte de su padre, el consulado alemán en Canarias.

 

 

EN LA FOTO HAROLD FLICK CON UNA BMW R 12 CUANDO TRABAJABA EN SAUERMANN, PROBABLEMENTE.

 

Apellidos de distribuidores ingleses como Goldin, o belgas como Wandenbrander. El edificio de las pulgas en Las Palmas o el camino nuevo, topónimos en el olvido y tantas anécdotas enlazadas que necesita uno tiempo para entender y ubicar en la historia real de la sociedad canaria.  Una vida plena de trabajo y amor a la tierra, le han llevado a ser un ilustre del conocimiento activo.

 

Un enorme placer charlar con Don Rafael Henríquez, que corrió en coches y motos; Rallyes de Gran Canaria, Kilómetros Lanzados, Carreras de Cintas, etc. Ha sido motorista, comerciante internacional, representante, transportista, gestor, agricultor y un encantador abuelo del que se aprende más en un ratito de charla, que en dos cursos universitarios.

 

Larga vida al valor y conocimiento de aquellos maravillosos tiempos y lealtades

 

 

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