Que
tendrán estos garajes del tiempo, que se convierten en puntos inflexibles de
encuentro de los quemados de las motos, de los románticos de las carreras y del
escape de sus días de ocio. Allí se formulan las respuestas, los acontecimientos
se recupera la memoria histórica y se enhebran los cuentos.
Van apareciendo como por contagio, aunque siempre estuvieron ahí. Primero como centro de trabajo, como espacio comunitario de aparcamientos, como taller de reparaciones, tienda o cuarto trastero, la desaparición de los mayores, los fue relegando a rincones de entretenimiento, y los veteranos comenzaron a ordenarlos con la pasión de los sueños.
Decoración
de carreras, tipo pub inglés, música ambiental; Jazz, blues, o Rock y todas las
pertenencias a las que nunca renunciaron comenzaron a coger orden y color, a
recuperar identidad Las ruedas slick viejas, Los monos de carrera quemados, las
pastillas de protección de rodillas limadas, los cascos de las glorias, La
culata fundida, el tanque de fibra, los manillares sport, el carenado partido
en la caída de resistencia, la herramienta, las llantas, La mesa del torno de
reparación. Las estanterías repletas de cajas ordenadas en su interior, con
todos los elementos guardados para su localización, Las estanterías de revistas
del Motociclismo de época, la pantalla plana con el video reproductor de viejas
cintas de carreras, Las motos maquilladas.
Todo
tan explicito y conciso, todo tan especial y querido. Un ambiente de
motoristas, de todas aquellas cosas que nos alegra el alma, así se van
elaborando los Garajes clásicos, pasan a ser los nuevos puntos de encuentro de
ocio o jubilación, si tienes la suerte que un amigo tenga uno y te invite estas
salvado, probablemente enganchará una parte dormida de tu carácter, o de tus
sueños. De repente el mundo te descubre que era eso lo que siempre querías
tener, un garaje clásico un rincón del alma, para compartir la paz y las
alegrías intercambiando experiencias y seleccionando los amigos que como tú,
son capaces de compartir estas generosidades.
Y
allá al fondo el bar, la estantería con la selección de los mejores wiskis,
rones, Ginebras o vinos, la nevera con la cerveza y el hielo y la tónica, el
embutido, las aceitunas, el bizcocho, los frutos secos, y cerca la barra, los
taburetes, todo en orden y concierto, la música, el encanto que guardan estos
sitios son de una belleza trascendental rotunda. Que comience la acción, que
comience la tertulia de cuentos y debates, es todo tan genuino y real que
recuerdas, aprendes, revives, descubres y ordenas las ideas y aclaras los
detalles. Auténtico lugar de encuentro con la peña de pasiones.
Estos
días tuve la fortuna de compartir tertulia y descubrir uno más, de estos
lugares del alma. El de David y Tomás, dos excelentes amigos que viven y cuidan
la pasión por las carreras, que llenan su vida de experiencias y comparten sus
alegrías. Llevan tiempo maquillando este sueño y por fin lo han conseguido,
llenar el espacio de recuerdos, motos, fotos de sus andanzas, prensa clásica,
el rincón de sus trofeos, Lámparas de tubarro, horquillas y soportes
readaptados en arte futurista, integrado a nuestras pasiones de carreras. Estos
lugares con duendes existen, se crean y transforman.
Pronto
le haremos visita y grabaremos su garaje. Felicidades amigos.
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