Como cada año, la Navidad nos recuerda la sintonía de su fiesta. Y cada reto anual de superación, de vivir esa tesis de la vida, resulta emocionante a medida que nos hacemos mayores, entramos en la plenitud del conocimiento y maduramos la sabiduría.
El
tiempo corre a una velocidad de competición —sin duda—. Saltamos de día en día
con el rito de devorar semanas y meses, hasta que caen las estaciones, el
ecuador nos empuja al verano y, de ahí, a la siguiente Navidad, matando al año
viejo.
Quienes
lo podamos contar apreciamos los sentimientos encontrados de esos giros del
tiempo que nos llevan hacia atrás mientras seguimos avanzando hacia adelante. Y
es que esta plenitud también tiene su desgaste.
Este
ha sido un año extraño para nuestro entusiasmo motoristico, marcado por la
ausencia del aliciente anual de la gran fiesta, esa en la que tomamos fuerzas
para el siguiente asalto, viejas glorias rumbo a Mogán 2026.
También
ha sido un año triste en cuanto a accidentes, despedidas e infortunios. La
carretera se cobra su peaje con la vida de nuestros compañeros y nos trastoca,
nos transforma la realidad. A veces todo depende de la mala suerte, de un stop
o de un despiste. Debemos apelar siempre al sentido común como pasajero
permanente de seguridad, para no ser un número más en el embudo de la caída.
Seguimos
siendo potencia y espectáculo en MotoGP, con años de dobletes en el mundial.
Mantenernos en la cumbre mundial de este deporte ayuda a su cultura y a la
economía en general. Los títulos siguen cayendo en todas las modalidades,
sinónimo de que los motoristas de este país llevan un plus de campeones.
Queremos
enviar un cariñoso recuerdo a todos los amigos que han estado y están
vinculados al motociclismo profesional, activos y con la esperanza de seguir
motivando a la cantera. A todas las viejas glorias con las que pronto
retomaremos el pulso: primero con el Vespasión Canarias en la isla de El Hierro
y después con el gran evento en la playa de Mogán, donde ya vamos preparando un
plato fuerte de emociones motorísticas para seguir compartiendo la alegría de
vivir junto a las dos ruedas y su cultura.
Muchos
abrazos para todos.
Feliz
Navidad 2025 y que el nuevo año nos traiga mucha salud y suerte.


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