sábado, junio 24, 2023

El Guardian de las estrellas de Elsinore.

 

BarragánEl Guardian de las estrellas de Elsinore.

En estos años de investigación y curiosidad, encontramos razones para seguir amando nuestras pasiones moteras, nuestra isla de Gran Canaria, esta llena de sorpresas con disfraces de motoristas. Garajes de quimera que nos llevan a creer en los sueños de las personas. En las ilusiones que alimentan su destino compartiendo algo tan grande y hermoso como el amor por el motociclismo.

Hoy quiero hacer mención especial a una historia que me conmovió con gracia y salero. Era la de un grande del motociclismo -Juan Pedro de La Torre, Moto Verde 2018- cuando en el cuarenta y cinco aniversarios de la Honda Elsinore escribió un genial articulo: acercándose a la leyenda pionera para contar una maravillosa historia de pasión por el Motocross, la filosofía de un fabricante con la reputación de HRC. Que tajantemente y con la supremacía de sus números confirmó que no fabricaría motos de dos tiempos. Se tubo que beber el orgullo de su presidencia y admitir que sus mejores ingenieros; Shinichi Miyakoshi y Youchi Oguma crearan un departamento secreto para alimentar el proyecto 2 T. -Por si el destino le jugaba el doble o nada- Suzuki y Yamaha estaban muy puestos en el motocross y en los campeonatos japoneses lideraban con soltura, concibiendo el liderazgo junto a las motos europeas. Bultaco y Husqvarna. Que ya se habían encaminado al mercado americano con soltura y buena sintonía.

Se hizo esperar la reacción nipona de Honda y para ello la imaginación y las credenciales entusiasmadas que les proporcionó aquel fantástico documental de -In Any Sunday- “Un domingo Cualquiera” Financiado y puesto en escena por el ídolo de Hollywood del momento -Steve McQueen- les remató la intuición. Había que acercarse a la realidad, montar el departamento de evolución de una moto de Cross, con la demanda del público americano en sus comienzos. Economía, ligereza. Fiabilidad y novedad –Hay que recordar que junto al Lago Elsinore, la afición por las motos de campo se multiplicó a lo grande domingo a domingo y cientos de aficionados se habían enganchado a la nueva fórmula de la libertad del desierto -tras el gran premio de Elsinore- El bautismo de esta nueva Honda quedó marcado por la corazonada del departamento de competición de HRC.

Si el éxito de este Gran premio, tenía nombre de moto, sería un reclamo, genial.

Pero el destino le jugó una nueva evidencia. Un reclamo fantástico que apareció en el desierto de Sonora, pilotando una Husqvarna. Como una estela de polvo, que recorriendo su tiempo libre se encontró con los nipones en prueba de su nueva arma de moto Cross.  --Oguma, cuyo destino le nombraría presidente de HRC, años más tarde- entre el recelo del acercamiento del forastero y la curiosidad de su atrevimiento, descubrió que el famoso “Desert Riders”, venía a ser el mismísimo Steve McQueen.  La cortesía del Sol naciente, le brindó la oportunidad de que probará con la sintonía de su fama, aquella joya. Steve maravillado se perdió entre las dunas encantado de la primicia nipona desconocida, por un desierto que conocía tanto como su rebeldía y reapareció entre el desespero de sus anfitriones y prestamistas. Ser un líder de la pantalla tiene su justificación. En la que además intervino conscientemente como piloto probador para que mejoraran ciertos aspectos que dejaría el arma en un éxito increíble. Como así sucedió.

La Honda Elsinore, había escrito su leyenda entre las dunas y el desierto, entre la negatividad de un no, a los dos tiempos supremo, y una revelación hollywoodense.

Que, en Canarias, tengamos el honor de festejar su leyenda. -Cincuenta. 50 años de su puesta en escena oficial- A través de la colección del amigo Barragán. Es un inmenso honor que nos acerca a las estrellas.

 


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