domingo, junio 18, 2023

UNA MOTO CON CARISMA ESPECIAL

 

He podido medir las sensaciones en base a rodar kilómetros con muchas motos -No todas las que me gustarían, confieso- Sería una suerte infinita, sin duda, tener ese honor. Mientras demando esas experiencias me limito a definir mi pareja de aventuras motorizadas el romance de la máquina y mis pretensiones. Esto no es un articulo marquista, ni con carismas, ni pretensiones. Faltaría. Es una declaración responsable de mi experiencia en la acuarela naranja y sus evoluciones. Debe ser mi número 5/6 en lista de compra o diez o 15 de la marca, con la que he compartido experiencia en rodajes, con la suerte de probarlas por afinidad y cercanía.

Casi una declaración de jubíleta, parece que la necesidad obliga a sentirse joven con una apuesta brutal de curvas, potencia, exigencias, esbeltez, cañón… A lo que la filosofía de vida, me obliga añadir elegancia, nobleza, concepto, tecnología y pies en los suelos -Este último requisito lo saco del contexto de la otra realidad, para no perderme en la sensación inventada de los acontecimientos- Mi juguete de jubíleta, me ha devuelto una inexpresable alegría, una energía controlada y sugerente de vitalidad, un despertar a la nueva generación de motocicletas con plus añadido de nobleza y coraje.

Esta KTM 1290 es más que suficiente, para que te sientas humano y limitado. Para que sueñes despierto, para que saludes con cariño a cualquier marca con la que te cruces en tu andar por las rutas de la vida, para que conozcas tus limitaciones ante la inteligencia artificial que llega en moto aventura.

Es infinitamente completa, es la armonía, la seducción, la veteranía de crecer entre los fuertes, la soledad de navegar los desiertos, la fatiga de escalar los hard Enduro de la modernidad -que solo buscan los récords Guinness de los topes, con la esbelta figura naranja, conjugando modernidad y sacrificio. Las máquinas de Mattighofen no tienen prisa, ni pretensiones en ser número uno, pero cuando le llega lo ocasión de demostrarlo, lo hace con argumentos extraordinarios. Su concepto está más que definido. Coraje, ligereza, fiabilidad, corazón de carreras, “Ready to RACE” – la lista de la clase-

Y ahora me bajo de la moto, la observo sin consuelo, no le regalo miradas de complacencia, la arrimo en la calle, o en la montaña, la maltrato físicamente con los elementos del camino y ella me devuelve la mirada de un perro. Nobleza, lealtad y carácter. Es difícil acertar en los parámetros que te regala la experiencia de lo terrenal. Pero cuando encuentras en la evolución de los elementos la madurez de la filosofía y la supervivencia. Te inclinas para ceder a sus caprichos nobles.

Simplemente encontrado razones para seguir rodando mi energía. Su cálida y esbelta figura me propone cosas de las que cualquier moto amiga se ruboriza. Y es la sensación de entusiasmo y libertad que te lleva en volandas con los latidos armoniosos del compas bicilíndrico y protector de su esencia.

Aunque mi naturaleza motorista es promiscua. Y mientras no se declaren otras, en intenciones nobles no pienso descabalgarla, porque el tiempo vuela e incita atraparlo. Y esa pizca de maldad de una felicidad egoísta. Un flechazo de la edad con la filosofía del poder de la juventud. Divino tesoro.

Quiero morir joven lo más tarde posible. Disfrutando de mis amigas las motos.


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