33 títulos mundiales, son
suficientes para mantenerse largos años encabezando el ranking del candelero
mundial de los deportistas más importantes de la historia, esta numerología
para Tony Bou no es más que un juego aritmético donde gana las probabilidades
de las buenas rachas, donde el trabajo y la exigencia de los retos, no bajan la
guardia de la ilusión constante, donde el factor suerte pasa a reinar de parte
de los dioses, y la contribución al azar es pura racha exitosa.
Lejos de empalagarse con los éxitos y pensar en el abandono, Bou tiene claro la evidencia de su destino. Año a año, cada nueva temporada, los brotes de la competencia le sacuden sus dudas y vuelve aplicarse en su mejor motivación de las buenas rachas, metiendo la presión de los grandes, la sabiduría de los indulgentes, la apisonadora del poder, Tony simplemente está en otra galaxia, a elevado el trial a la altura de los dioses, donde planteas las cualidades de las motocicletas para llegar tan alto. Las hace volar -Literalmente- con él las motos vuelan, se elevan, tripuladas y planean por la naturaleza del encantamiento. Tony Bou es el mago de Piera, Barcelona, de la mejor escuela del trial mundial, que alimenta el circo del campeonato. Sentenciando, con malabarismo por sortilegio. Magia por conjuro, espectáculo por destreza.
Honda la gran familia del Ala
dorada, sigue sumando títulos a su leyenda, con grandes revelaciones, con
grandes proyectos y la mejor moto, la que se acerca en fotocopia de competición
de fábrica al cliente de calle. Y ahí nos queda la duda y la eterna pregunta.
Quien hace a la moto ganadora, el piloto de calle, el cliente de turno, el
amateur pasional. No amigos. La moto es igual para todos, el campeón se
manifiesta: Admirable, magnifico. Excelente, extraordinario y a todo ello se le
suma una personalidad profesional exquisita, cercana, y humana. Un gran tipo
con todos los triunfos en la manga por su entrega disciplinada.
Detrás de un gran piloto,
siempre hay una gran marca y un gran jefe de equipo y rematamos la faena, con
una leyenda espontánea de la naturaleza de Fujinami que fue primero su rival y
acabó cediendo y sonriendo a su suerte, por la magia de la inspiración de Tony
Bou. Fuji es un cachondo de amigo y un maestro de liderazgo en escena, con el
la barrera de los éxitos no está decretada, ni tan siguiera se atreven al presagio.
Al “Lobo de Piera” le queda cuerda para rato, y le chasca la emoción del sabor
del éxito. Sin duda valiente y digno de la humildad del campeón, que sigue con las
piernas soldadas a los estribos.
Este finde semana disfrutar
de su espectáculo en el trial canario de la Cicer. Es un regalo para los ojos.
Gracias al Moto Club Toma Plátano, por la enorme aportación a una modalidad tan
hermosa e histórica en canarias, como el detalle de compartir el trial con los
niños y los necesitados. Con el aura de estos campeones de Honda Repsol, Tony
Bou y Fujinami. Que sigan rompiendo récords y alimentando su leyenda brutal.
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