SUBIDA A VENEGUERA 95

 

Cuando llegaba el verano los encargos de actividad motociclista para complementar los programas de fiesta de muchos pueblos era una petición pemanente, todos tenia un amigo en la comisión de fiesta de tal o cual barrio, que quería que le montaramos un "show" de motos y carreras. Por ello cundió tanto la irrepetible decada de los noventa. Desde La Aldea hasta Galdar, pasando por Tunte Hoya Pineda, Tejeda, Artenara, Desde Sardina hasta hasta Arguineguin, pasando por Aguimes, Santa Brigida, Santidad, Teror. A ver si algún día conseguimos puntear en el mapa la genial estadística de actuaciones de aquella juventud revolucionaria.

Todo ello nos llevaba a tener las botas puestas siempre y como eramos jovenes, con los gastos de abituallamiento tirabamos. Pues ya pueden imaginar el rosario de pueblos, barrios, barrancos y escarpados que trillamos. Más aun por una fuerza desmesurada, una pasión emergente y un respaldo de nuestras actuaciones. Toda esa ensalada de condimentos hizo que nos movieran más, que la caja de los turroneros. Expresión típica de pueblo.

Y asi un verano soleado y calentito nos llevó la caravana de los sueños, el circo del sol "Roque Nublo" a una nueva aventura. Daniel y Juan Luis, hermanos. de los restaurantes de Venegueras trialeros de entonces, nos animaron a que participaremos en las fiestas del pueblo. Y se nos ocurrió hacer un popurri de Todo Terreno, exhibicion de trial y la competición oficial de I Subida en tierra a Veneguera

Ya pueden imaginar la convocatoria para el cachondeo, siempre se apuntaban todos, los pilotos, los acompañantes, los juerguista, los currantes y los simpatizantes. No falto de nada, ni paella, ni verbena nocturna, ni verbena del solajero con espuma. Para enmarcar.

En la parte competitiva. Destacabamos un trazado inédito, una pista de 3 km. Que entraba desde el pueblo de Veneguera a las cañadas altas que lindan con la degollada de tazarte, un barranco pintoresco y desierto, de Palmeras y laderas pedregosas, mas acto para rodar un western que para una carrera de motos. En cualquier caso lo que conociamos era las carreras de motos. Pues probamos a subida en cuesta de tierra. Una manga de entrenos y dos oficiales marcarian la entretenida mañana. Una docena de motos de cross y enduro, pista despejada, ambulancia de guardia y cronometro en ristre.

La pista bastante destrozada, se acercaba más a los enduristas que a los crossistas, aunque el hándicap de pocas curvas harían la actitud del más rápido y fuerte físicamente para mantener el ritmo alto entre tuneras, lajas doradas y cardoneras al final un potente y pletorico crossista de la talla de Aitor Santana impuso su ley, La de la juventud y el entreno y con ello, dejó para siempre el registro para la historia. No sin la sombra continua y potente de Benito Diaz

Al final de la jornada en los aledaños al pueblo. Dos trialeros de bandera hacían las delicias del numeroso público que se acercó a disfrutar de la fiesta. Piloto David Cobos 3° del Cto. Nacional invitado y Michel Socorro que probaba suerte esos años, en el campeonato de España de trial.

Un finde semana para el recuerdo, de aquellos tantos que nos movían la ilusión de ser titiriteros de las fiestas patronales de los pueblos. Así sucedió la historia y asi hacemos memoria notarial para el recuerdo